Un día para descubrir los islotes de la laguna norte, que aún hoy abastecen a numerosos mercados de la ciudad. De Vignole a Sant’Erasmo, los “huertos de la Serenissima” en el Lazzaretto Nuovo que ofrecen a sus visitantes considerables indicios de interés naturalista y paisajístico.

1er itinerario: isla Vignole (2 horas y 30 minutos)

Partiendo del muelle de Fondamente Nove, en la parte norte del centro histórico veneciano, tome la línea 13, desde Venecia Fondamente Nove hasta Vignole, Sant’Erasmo, Treporti. La primera parada es Vignole, la isla “de los siete viñedos”, primera parte de nuestro itinerario para descubrir los “huertos de la Serenissima”. La isla de Vignole nos recibe con su exuberante vegetación de olmos, álamos y moreras que brotan de los setos y las zarzas desmalezadas detrás de las cuales se esconden alternativamente huertas y viñedos que han dado fama a esta isla. La única presencia humana y punto de referencia, una vez bajado del vaporetto, parece ser esa taberna del muelle, similar a muchas otras con las que nos topamos cada vez que desembarcamos en uno de estos islotes dispersos en la laguna. Le aconsejamos hacer una parada en esta isla para hacer una excursión de un día y descubrir los restos de la antigua iglesia de S. Erosia o de las obras defensivas militares aún presentes frente a Sant’Erasmo, testimonios de la función defensiva de la isla durante la época. Los tiempos de la Serenísima. Al regresar de la caminata, te sugerimos hacer una parada para disfrutar de espectaculares atardeceres al fondo de la laguna y Venecia.

2.º itinerario: Isla del Lazzaretto Nuovo (2 horas y 30 minutos)

Retomando el vaporetto nos adentramos en el canal que separa la isla de Sant’Erasmo del Lazzaretto Nuovo. Te sugerimos bajar en la parada ACTV de Lazzaretto Nuovo y hacer escala en esta isla para disfrutar de un paseo panorámico por las murallas de la isla que se prolonga a lo largo de aproximadamente un kilómetro de la isla, ofreciendo puntos de notable interés naturalístico y una vista de 360 ​​grados sobre la laguna frente a Venecia. Si luego queréis permanecer en este ambiente de sopor, os sugerimos tomar el camino y avanzar hacia sotos de laurel, fresno, majuelo, endrino silvestre y cañaveral. Al llegar al ghebo (pequeño canal) que separa la cara norte de la isla, se podrán observar pescados y mariscos típicos de la laguna y una gran variedad de plantas de arenal, entre las que destacan el limonium y la salicornia. Dentro de las murallas, se puede continuar el paseo por las callejuelas bordeadas de moreras centenarias y rodear auténticos aljibes, rodeados de fresnos y chopos. No es raro ver pasar gaviotas, garcetas, garzas y cuervos marinos o algún ejemplar de martín pescador, aguilucho lagunero y rapaces nocturnas que frecuentan las zonas aledañas. En verano también es posible observar una colonia de zancudas, en aumento en los últimos años. Es posible unirse a visitas guiadas.

3er itinerario: Isla de Sant’Erasmo (3 horas y 30 minutos)

De regreso al muelle, tomar nuevamente el vaporetto en dirección Sant’Erasmo Treporti y bajar en Sant’Erasmo, la isla más grande de la laguna, considerada el histórico «huerto de la Serenissima». Te llama especialmente la atención el aspecto rústico de S. Erasmo y el silencio que rodea los cultivos de hortalizas (entre los que se encuentra la famosa alcachofa morada de Sant’Erasmo). Viñedos y huertas, interrumpidos sólo por bosques y canales, por algún antiguo estanque de peces o por algún albergue aislado, inmersos en una atmósfera enrarecida y casi pendientes de un tiempo que parece haberse olvidado de apagar el ruidoso motor del “desarrollo”. Proponemos, por tanto, un paseo insólito por la isla fronteriza que la propia naturaleza ha transformado de una costa noble a una pequeña isla, de lugar de vacaciones de verano para los patricios que se convierten en “campo de Venecia”. Un recorrido para hacer a pie o en bicicleta (para alquilar una bicicleta contactar con el Hotel Lato Azzurro) solitario y casi abandonado por el hombre, si excluimos a los bañistas y pescadores de auténticas almejas que pueden encontrarse aquí en los meses de verano, este es un itinerario que te alejará de las multitudes, de la confusión de sonidos y colores y de la austera majestuosidad de otras islas de la laguna norte. Partiendo de la parada de barcos de Sant’Erasmo-Capannone, tomar la carretera a la derecha que rodea la isla. El recorrido tiene una longitud de unos 10 kilómetros (8 km son por camino asfaltado y los 2 km restantes por camino blanco o camino de tierra) y la duración del recorrido es de unas 3 horas, sin contar los descansos.

Atravesando el paisaje agrícola de S. Erasmo llegaréis a la Torre Maximiliano, una enorme fortaleza de los Habsburgo recientemente restaurada y desde la que se puede disfrutar de un excelente mirador de la laguna y de la playa. Después de haber recuperado fuerzas con el aire fresco del mar que aquí se respira, gira a la izquierda y avanza por la franja arenosa del lado oriental de la isla que antiguamente fue frente marítimo de la laguna norte y, continuando por el sendero, Llegarás a Seca del Bacàn: la antigua playa es hoy un sistema de arenales y velmes (terrenos arenosos y fangosos) en fase de construcción y un importante punto de tránsito de corrientes migratorias de aves limícolos (playeitos, gorilas, calamares, etc.). En este punto, si no quieres llegar hasta el extremo nororiental, la parte más salvaje de la isla, te sugerimos que tomes uno de los caminos rectos a tu izquierda que regresan hacia el pequeño y modesto edificio. zona desde donde se puede tomar un autobús acuático que le llevará de regreso a Venecia.

Hasta la caída de la República de Venecia, el sistema de defensa de la laguna estaba formado por un número bastante reducido de fortificaciones colocadas para controlar las ensenadas del puerto, recordamos la localidad «Due Castelli» entre S.Nicolò di Lido y la isla de S. Andrea, fortificada por el arquitecto Sanmichieli, mientras que prácticamente no se colocó ninguna defensa hacia el canal de la laguna, a excepción del castillo de Mestre, siendo Venecia defendida en el interior por las ciudades que le habían dedicado un acto de dedicación desde el siglo XIV. . Tras la caída de la República en 1797, se inició la militarización de la Laguna por parte de las administraciones francesa y austrohúngara, y el establecimiento allí de la Fortaleza Marítima en Forti Staccati con mandos militares y cuarteles ubicados en cada convento suprimido de la ciudad y en casi todas las islas de la laguna. En 1945 había algo menos de cien puntos fortificados y guarnecidos. En esta fase «moderna», después de 1797, con el refuerzo constante y progresivo de todo el sistema defensivo y con el refuerzo en particular de las defensas militares del puerto de Lido, se llevó a cabo también la fortificación de la costa de Sant’Erasmo. . Es el caso de la Torre Massimiliana, construida por los austriacos entre 1843 y 1844. Hoy Sant’Erasmo es una gran isla agrícola, conocida sobre todo por delicias como la «castraure», es decir, los primeros brotes que produce cada año la planta de la alcachofa, que se poda para aumentar la productividad de la planta, o primicias de diversos tipos, hasta la producción del mosto (la fiesta, con regata, a principios de octubre es hermosa) y el vino, que el suelo arenoso y salado realza con una muy especial. En la época romana, sin embargo, se consideraba un lugar de vacaciones para los ricos altinates; las crónicas hablan de hermosas villas con ricos mosaicos, de las que hoy lamentablemente se han perdido vestigios, pero aún no el recuerdo.

Volviendo a nuestra torre, como ya hemos dicho, fue terminada por los austriacos, que ocuparon militar y políticamente Lombardía-Véneto, en el año 1844; lo construyeron sobre los restos de un fuerte anterior construido, esta vez, por los franceses, durante su ocupación, entre 1811 y 1814. De forma circular con una superficie cubierta de 600 m2, tiene un diámetro exterior de aproximadamente ml. 28,50 un diámetro interno de aproximadamente ml. 8,50 y una altura sobre el terraplén de m. 11.00 horas, mientras que algunas obras accesorias, como el aljibe, el almacén de municiones y algunas posiciones de artillería se ubican en el exterior dentro del canal y los terraplenes perimetrales. Además del hall de entrada que da acceso al claustro central, también de forma circular, existen quince celdas divididas en dos plantas de aproximadamente 40 m2. uno, con vía de acceso pasante. Toma su nombre del inventor de este particular tipo de fortificación, el archiduque Maximiliano José de Austria – Este (1782-1863), nacido en Milán, tercer hijo del gobernador de Lombardía y duque de Módena (1803-1806), el archiduque Fernando. .

Aquí podrás participar en actividades recreativas, deportivas o culturales. Para adultos y escolares, ofrecemos talleres y excursiones sobre educación ambiental. Hay muchas bicicletas disponibles para alquilar y son gratuitas para nuestros huéspedes. Las tarifas son 5 euros por bicicleta las 2 primeras horas y 1 euro las horas extra.

La playa se extiende desde la isla Bacan de San Erasmo, dentro de la laguna de Venecia al norte y sólo se puede llegar a ella en barco o barco.

Al salir de la parada del vaporetto «Shed», tendrás que caminar por el lado suroeste de la isla en toda su longitud, para desplazarte desde el extremo sur (aproximadamente 1 km).

La torre Massimiliano domina la antigua playa de Bacan, donde los venecianos, en barco, van por tradición a bañarse en sus picnics de verano. La fina franja de arena se extiende a lo largo de varios cientos de metros a lo largo de la costa noreste. El agua clara de la laguna marina proporciona frescura incluso tumbado en la suave arena de la orilla.